ENTONCES MAHAMATI le preguntó al Bendito, diciendo: “¿Cuáles son los pasos que guiarán a un discípulo despierto hacia la comprensión propia de la Sabiduría Noble?”
El Bendito replicó: El principio descansa en el reconocimiento de que el mundo externo es sólo una manifestación de las actividades de la mente misma, y que la mente se apega a esa manifestación como mundo externo simplemente por sus hábitos de discriminación y razonamiento-falso. El discípulo debe de tener el hábito de mirar todas las cosas honestamente. Él debe reconocer el hecho de que el mundo no tiene naturaleza propia, que es no-nacido, que es como una nube pasajera, como una circulo imaginario hecho por un agitador giratorio, como el castillo de los Gandharvas, como la luna reflejada en el océano, como una visión, un espejismo, un sueño. Él debe llegar a entender que la mente en su naturaleza-esencial no tiene nada que ver con la discriminación, ni la causa-efecto; no debe escuchar los discursos basados en los términos y calificaciones imaginarias; debe entender que la Mente Universal en su pura esencia es un estado de no-imagen, y que es sólo por las corrupciones acumuladas en su apariencia, que la propiedad del cuerpo-morada es otra de sus manifestaciones, que en su propia naturaleza pura es intocable e inafectada por tales cambios como el surgimiento, la permanencia y la destrucción; debe entender completamente que todas esas cosas llegan con el despertar de la noción de un ego-alma y su consciencia mental. Por lo tanto, Mahamati, deja que esos discípulos que desean entender la Sabiduría Noble a través de seguir el Vehículo del Tathagata desistan de toda discriminación y razonamiento erróneos acerca de la personalidad y su mundo-sensorial o acerca de tales ideas como la causa-efecto, el surgimiento, la permanencia y la destrucción, y se ejerciten ellos mismos en la disciplina de dhyana que guía a la comprensión de la Sabiduría Noble. - Sutra Lańkāvatāra
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